Amanece el 10 de Septiembre. Nuestros alumnos y alumnas nerviosos e ilusionados esperan impacientes en las puertas del colegio. Son ya muchos los días que se fueron de prisa y corriendo y sin saber cuando volverían. Comienza un nuevo curso. Un curso especial, lleno de incertidumbre y de dudas. Nadie puede saber cómo será el día a día.
En este año nos ha tocado vivir unas circunstancias muy especiales que nos hace tener claro que, ahora más que nunca, toda la Comunidad Educativa nos necesitamos y tenemos que ir en la misma dirección, si queremos que el curso avance con «normalidad».
Es el mejor momento para desarrollar las emociones y valores de solidaridad, generosidad, ayuda del otro, alegría, empatía y todo aquello que en otra circunstancias se nos olvida.
Nuestro reto debe ser aprender de las circunstancias y trabajar juntos, unidos y aprovechando los recursos.
Al final ha tenido que ser un virus quién nos enseñe qué es la vida, su significado y aprender a valorarla día a día en cada despertar.
Pero con la responsabilidad individual, todo esto pronto terminará y de nuevo el sol resplandeciente brillará.
VOLVEREMOS A LA ANTIGUA NORMALIDAD